Sin lugar a dudas en nuestro país han pasado cosas. La movilización de los trabajadores forestales en el sur del país y la huelga de los trabajadores subcontratados de Codelco han dado un vuelco a todo lo que la dictadura en su momento realizó y que la concertación y la derecha han protegido fielmente en relación de leyes laborales (Código del trabajo). Se ha puesto sobre la mesa el tema de la negociación por rama de producción y en los hechos se ha llevado a cabo.
De ahí que el terror que expresan los empresarios, la derecha política y la concertación es absolutamente justificado, pues ven que los trabajadores aunque
incipientemente y concentrados en algunos sectores de la producción están retomando las formas históricas de lucha y conquistas de derechos laborales.
La verdad es que aún falta mucho por avanzar y tenemos en contra todos los esfuerzos del gobierno y la derecha por
criminalizar cualquier intento legítimo de lucha de los trabajadores, para ellos el tema no es si las demandas son o no justas, sino si sus acciones son violentas y si aplican o no métodos de supuesto carácter “terrorista”, nada dicen sobre el echo de que el acto de violencia lo ejerce el estado y sus administradores que sumidos en la más profunda vorágine
globalizadora y
neoliberalizante tratan de abortar cualquier intento legítimo de los trabajadores de nuestro país de recuperar derechos arrebatados de la forma más salvaje y brutal, favoreciendo el ya acelerado enriquecimiento del
empresariado nacional y
transnacional. Demás está decir que un aporte no menos importante lo hacen los ya conocidos burócratas enquistados en sindicatos, federaciones y centrales sindicales, que no estando dispuestos a perder los privilegios con los que son constantemente agasajados hacen lo imposible para evitar que el movimiento trabajador de nuestro país se
nuclee y genere lazos de unidad que serian sumamente peligrosos para la estabilidad de nuestro país y de su sana y floreciente economía.
Pero los trabajadores están empezando a tomar conciencia del rol que deben jugar para generar los cambios necesarios para crear una sociedad en verdad justa y en esto no hay vuelta atrás, se reorganizan sus filas y poco a poco empiezan a recuperar el protagonismo que siempre tuvieron.
Un paso en esto es la construcción de nuevas federaciones y otro tipo de organizaciones sociales que se desprenden del lazo de los viejos y nuevos burócratas que genera este corrupto sistema capitalista, junto a la construcción de nuevas organizaciones políticas legítimas de los trabajadores y de los amplios sectores populares, a través de los cuales se dará la lucha política por la construcción de una nueva sociedad, la de los amplios sectores oprimidos y marginados de nuestro pueblo.
En este marco se da hoy la construcción del partido Pueblo en Lucha en el que convergen diferentes organizaciones políticas, sociales y populares, convencidas de la necesidad que existe de construir esta nueva sociedad para beneficio de los que nunca han sido tomados en cuenta y han estado permanentemente postergados.
Desde ya un fraterno saludo obrero, de clase para todos aquellos que dan la lucha en sus frentes de trabajo desde la forestales en el sur, hasta los mineros empotrados en los cerros de nuestra cordillera.
Ignacio
Illesca
Presidente
Sindicato de Trabajadores Imprenta Quinteros
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